Y el tiempo pasa. No te das cuenta y ya vuelves a estar con pantalón corto, refresco en mano y ventilador al lado. Esta semana, concretamente el día 2, se cumple un año exacto de mi primera entrada en el blog. Recuerdo que la subí precisamente como he descrito, sentado ante el ordenador en bermudas y chanclas, con una lata de Fanta al lado y el Samsung a toda pastilla. No era gran cosa esa entrada, pero me hacía ilusión, porque no dejaba de ser también una entrada de naturaleza simbólica a una nueva dimensión comunicativa que me era desconocida hasta ese momento.
Han cambiado muchas cosas durante este primer año de vida del Fan de DBMM. La primera es su autor. Quienes me habéis seguidos desde el primer día, supongo que habréis percibido la paulatina calma interior que se refleja en las entradas. Al principio usaba un lenguaje pseudointegrista religioso. Recordaréis descripciones como “nuevo adepto”, “falsas fés”, “evangelización” o “predicación” que eran mucho más habituales en aquellos primeros meses del blog. Afortunadamente se han ido desvaneciendo, y ello tiene una explicación. Para muestra, un botón. Comparad la presentación que hice en su momento de Òscar con la más reciente de David.
Hace un año, la creación del blog fue casi un acto de desesperación tras la constatación que DBMM en Alpha se hallaba al borde de la extinción. Durante 2007, tras la publicación del juego, conseguí aglutinar un grupo de 6 jugadores con los que pretendía consolidar un “núcleo duro” a partir del cual ampliar la posibilidad de nuevas incorporaciones. Ese primer proyecto se hundió durante la primera parte de 2008 cuando tres de esos jugadores decidieron que ya no jugarían más a DBMM, sino a FoG. Fue un mazazo, ya que con sólo tres supervivientes, como todo buen ecólogo sabe, una especie se extingue. Estuve dubitativo durante un par de meses, planteándome incluso la posibilidad de dejarme llevar por la corriente. Este fue otro de los elementos que me marcaron profundamente durante ese período. Uno de los socios de Alpha al que comenté la situación me respondió que la realidad es la que es y no se puede hacer nada contra ello, de modo que no merece la pena “remar contra corriente”. Lógicamente se refería a que era una pérdida de tiempo intentar salvar una especie en extinción.
Pues bien, sacando fuerzas de flaqueza, decidí que volvería a empezar de cero (o en este caso de tres) para evitar la desaparición de DBMM. Ello conllevaba buscar, convencer y adiestrar a nuevos jugadores. Y si para ello debía dedicar fines de semana a ir (solo) a eventos de juegos abiertos al público, a dedicar tardes y tardes a prestar mis minis para enseñar, a dedicar horas y horas a la búsqueda de recursos del juego por Internet para facilitar su acceso…lo haría.
Ese mismo socio que afirmó que no se puede ir contra corriente me comentó posteriormente, medio en serio medio en broma, que mi actitud parecía la de un ayatolá. Lo cierto es que la expresión me gustó, ya que aglutinaba el carácter fundamentalista de la defensa de una idea con el proselitismo militante que habitualmente tal defensa conlleva (dejo las consideraciones históricas y religiosas de la palabra ayatolá completamente a parte, por supuesto). Y eso es exactamente lo que rezuma en mis primeras entradas, una mezcla de frustración combinada con un deseo de victoria universal.
Afortunadamente, como ya he dicho, las cosas han cambiado.
Han cambiado muchas cosas durante este primer año de vida del Fan de DBMM. La primera es su autor. Quienes me habéis seguidos desde el primer día, supongo que habréis percibido la paulatina calma interior que se refleja en las entradas. Al principio usaba un lenguaje pseudointegrista religioso. Recordaréis descripciones como “nuevo adepto”, “falsas fés”, “evangelización” o “predicación” que eran mucho más habituales en aquellos primeros meses del blog. Afortunadamente se han ido desvaneciendo, y ello tiene una explicación. Para muestra, un botón. Comparad la presentación que hice en su momento de Òscar con la más reciente de David.
Hace un año, la creación del blog fue casi un acto de desesperación tras la constatación que DBMM en Alpha se hallaba al borde de la extinción. Durante 2007, tras la publicación del juego, conseguí aglutinar un grupo de 6 jugadores con los que pretendía consolidar un “núcleo duro” a partir del cual ampliar la posibilidad de nuevas incorporaciones. Ese primer proyecto se hundió durante la primera parte de 2008 cuando tres de esos jugadores decidieron que ya no jugarían más a DBMM, sino a FoG. Fue un mazazo, ya que con sólo tres supervivientes, como todo buen ecólogo sabe, una especie se extingue. Estuve dubitativo durante un par de meses, planteándome incluso la posibilidad de dejarme llevar por la corriente. Este fue otro de los elementos que me marcaron profundamente durante ese período. Uno de los socios de Alpha al que comenté la situación me respondió que la realidad es la que es y no se puede hacer nada contra ello, de modo que no merece la pena “remar contra corriente”. Lógicamente se refería a que era una pérdida de tiempo intentar salvar una especie en extinción.
Pues bien, sacando fuerzas de flaqueza, decidí que volvería a empezar de cero (o en este caso de tres) para evitar la desaparición de DBMM. Ello conllevaba buscar, convencer y adiestrar a nuevos jugadores. Y si para ello debía dedicar fines de semana a ir (solo) a eventos de juegos abiertos al público, a dedicar tardes y tardes a prestar mis minis para enseñar, a dedicar horas y horas a la búsqueda de recursos del juego por Internet para facilitar su acceso…lo haría.
Ese mismo socio que afirmó que no se puede ir contra corriente me comentó posteriormente, medio en serio medio en broma, que mi actitud parecía la de un ayatolá. Lo cierto es que la expresión me gustó, ya que aglutinaba el carácter fundamentalista de la defensa de una idea con el proselitismo militante que habitualmente tal defensa conlleva (dejo las consideraciones históricas y religiosas de la palabra ayatolá completamente a parte, por supuesto). Y eso es exactamente lo que rezuma en mis primeras entradas, una mezcla de frustración combinada con un deseo de victoria universal.
Afortunadamente, como ya he dicho, las cosas han cambiado.
8 comentarios:
necesitabas sacar todo ese estrés posttraumático que suposo estar al borde de la extinción de una espécie en peligro,...es comprensible,sincerandote con nosotros puedo ver tu verdadero yo,...en el fondo eres un amante de la naturaleza. ;OP
Hay que reconocer que gracias a este esfuerzo y esa lucha espartana ahora DBMM goza de muy buena salud. Estoy orgulloso de pertenecer a este grupo de jugadores que reman contracorriente je je.
Gracias amigos. Todo apoyo es siempre importante.
Felicidades por hacer este esfuerzo para mantener un juego que, para ser sincero, no entiendo el porqué se ha visto relegado por FOG -_-'', hay cosas que no entederé nunca...
Por mi parte me tienes bien enganchado y con 2 proyectos de ejército en cuanto finalice mi romano ;)
Per molts anys puguis conservar aquest ímpetu, afany i energia!! :D
Este es uno de esos misterios de la naturaleza...
El más apto sobrevive frente a toda desesperanza...
;)
Felicidades!!!
este es un logro personal del que puedes sentirte orgulloso.
No es sencillo hoy en día aglutinar tantos esfuerzos y lograr transmitir tanto entusiasmo.
Tu cruzada es un ejemplo de voluntad y esperanza.
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