martes, 28 de octubre de 2008

Mis ejércitos. El teutónico.

La Orden Teutónica, nombre completo de este ejército, es el primero que me pinté. De hecho este con el que me identifico más. Cuando en el prólogo de DBM decía que jugases con un ejército que te gustase, independientemente de que perdieses mucho con él, yo escogí este. De hecho yo ya lo había escogido hacía años, desde que era un adolescente. Como ya expliqué aquí, yo me considero, metafóricamente hablando, un teutónico.

Esta es su ficha técnica.

Libro: 4
Período histórico abarcado: 1201 d.C. a 1526 d.C. Yo suelo jugar el período de alrededor a 1350 d.C.
Característica principal: La mayor parte del ejército es regular y con tropas de gran calidad. Lo mejor de todo son 11 elementos de Regular Caballero (S).
Años que hace que lo tengo: 15 con estas miniaturas, pero 19 en total con otras que pinté pero luego vendí para substituirlas por las actuales.
Número de miniaturas que lo constituyen: 272
Puntos de ejército disponibles: 651, de los cuales 414 corresponden sólo a Caballeros (9 elementos (S), mas tres generales, y 12 elementos (O)).
Motivo por el que me lo hice: Es tan largo de explicar que ya he decidido que dedicaré una entrada del en breve tan sólo para ello.

He aquí la maleta negra forrada con chapa por dentro que lo alberga, con los elementos imantados.

Aquí una panorámica general de despliegue en todo su esplendor.

En este ejército, cuando aún tenía ganas de pintar, me esforcé en distinguir a los ritterbrüder, los mitbrüder i los dienendebrüder, los tres grados de participación de los miembros de la Orden en la estructura militar. En la siguiente imagen se los ve, encabezados por los generales.

Lamento parecer redundante, pero necesito incluir otra foto centrada en esta fuerza de choque tan cara en puntos. Yo soy uno de ellos, al fin y al cabo…

En la foto no se puede advertir, pero todos los Caballeros “peregrinos” (los Reg Kn (O)) están pintados diferentes, con motivos heráldicos reales o inventados. ¡Ninguna de las 12 bases tiene una figura igual! Madre mía, ahora sería totalmente incapaz de volver a dedicar tanto tiempo a pintar.

El elemento curioso de este ejército es el Bagaje. Aquí, además de los típicos animales y carros de tiro con impedimenta, quise añadir algo distinto, así que monté este minidiorama de monjes alrededor de la lápida de un noble.

En definitiva, es un ejército pequeño, muy móvil y con mucho punch, pero limitado a un solo golpe y poco versátil. No se puede tener todo.


sábado, 25 de octubre de 2008

Mis ejércitos. El prusiano medieval.

Después de ya varios meses explicando lo que es mi vida y pasión, un compañero de club me hizo una observación muy aguda. He explicado varias batallas jugando con diversos ejércitos, pero aun no he explicado cuáles son y porqué los escogí.

Así, aunque con retraso, procedo a enmendar ese error. El primero en presentar es el más habitual en mis últimas partidas: el prusiano medieval. Esta es su ficha técnica.

Libro: 4
Período histórico abarcado: 1200 d.C. a 1290 d.C.
Característica principal: Todo el ejército es irregular y sin tropas de gran calidad.
Años que hace que lo tengo: 13
Número de miniaturas que lo constituyen: 426
Puntos de ejército disponibles: 534, de los cuales 225 corresponden a Warband (75 elementos, el máximo permitido por lista).
Motivo por el que me lo hice: Desde el punto de vista consciente y racional, por ser el enemigo histórico del teutónico en el siglo XIII. Confiaba que, teniendo un teutónico, podría convencer a alguien de llevar el prusiano para así darme el placer de recrear batallas históricas. Me equivoqué, como ya explicaré en su momento. Desde el punto de vista subconsciente e irracional, porque quería ser como Xavi.

Todos mis ejércitos están perfectamente guardados en maletas de color negro forradas con chapa por su interior. Así:

Hace más de 10 años, los transportaba en cajas de herramientas de plástico, pero como, en el fondo, soy un pijo, me daba una sensación muy cutre ir con las “herramientas” arriba y abajo. Con una maleta de PVC rígido, das otro aspecto muy distinto, que es lo que cuenta en esta vida al fin y al cabo.

Todos los elementos están imantados, de manera que, si no das un golpe brusco a la maleta cuando está erguida, puedes moverte con la tranquilidad de que las tropas van y vienen en buen estado.

He aquí una panorámica general de despliegue en todo su esplendor.

Confieso que algún día me gustaría jugar a más de 500 puntos sólo para poder poner sobre la mesa esta enorme masa de tropas, especialmente de infantería.

El elemento curioso de este ejército es que los elementos de general a pié están representados por monjes predicando y rezando. Son los elementos destacados en el frente de las dos grandes masas de infantería de la derecha, como se destaca en la imagen.

El bloque de infantería más grande es el constituido por los 75 elementos de Warband. El grupo menor de retaguardia es el de las milicias (Irr Ax (I)).

Por otra parte, tengo 36 elementos de arqueros, 18 como Ps(O) y otros 18 como Bw(I). Nuevamente, el máximo de la lista. También tengo el máximo de tropas montadas, 12 elementos de CV (O), con sus tres generales.

Habiendo pintando un megaejército como este, me doy cuenta ahora de porqué ya no pintaré nunca más.

martes, 21 de octubre de 2008

Otro mundo es posible

Hoy me es difícil encontrar palabras para expresar lo que he vivido. Aun me hallo conmocionado, aturdido. A medida que te haces mayor comprendes cómo funciona el mundo y lo que es verdaderamente terrible de envejecer es que casi nunca puedes hacer nada por cambiarlo.

Una vez has aceptado que lo extraordinario siempre sucede lejos de aquí, que lo fascinante se reduce no hacer cada día lo mismo y que lo inolvidable dejas de recordarlo al día siguiente, aceptas también que tu vida es inmejorable.

Hasta que descubres que eso no es así.

Me cuesta creer que otro mundo es posible. Por naturaleza soy escéptico, pero hoy he constatado que eso no ha de ser necesariamente así. He sido iluminado. Todo comenzó cuando le pedí a Mario, que se está haciendo un ejército aragonés del s. XIV, quedar para probarlo contra mi granadino. Pese a algunas reservas sobre filosofía de juego y sus discrepancias sobre aspectos de resolución de DBMM, sus ingentes conocimientos de historia militar medieval (es doctorando en dicho tema) hacen que el mero hecho de mantener una conversación con él sobre logística y mecanismos de retribución durante el reinado de Alfons el Magnànim sea todo un placer. Sólo por ello ya es motivo suficiente para pasar una tarde, esta vez sí, inolvidable.

La iluminación vino con ella.

La pareja de Mario se llama Lorena, y vino a jugar con él. Esta es la imagen que me ha hecho cambiar mi concepción del universo.

Durante los 18 años que llevo jugando con miniaturas históricas, sólo he conocido a 3 mujeres (Lorena es la cuarta) que se hayan interesado por esta afición. De ellas, dos lo hacían para no quedarse solas y aburridas en casa mientras sus respectivos maridos estaban jugando en el club. La tercera lo hizo como trabajo de fin de carrera de sociología y con el objetivo oculto de desacreditar nuestra actividad como venganza ante el despecho que le había causado su ex, un miembro del club (igual algún día lo explico, porque aquella mujer me impactó profundamente; era extraordinaria, inolvidable, fascinante). Todas tenían en común que venir al club era un mal menor o un mal inevitable en sus vidas.

Lorena es la primera mujer que conozco que sí disfruta realmente con esto.

A través de los foros internacionales, me consta que existen mujeres que juegan a DBMM o miniaturas en general. De ahí que se cumpla lo dicho al inicio sobre que lo extraordinario siempre sucede lejos de aquí. Todas las mujeres que he conocido y a las que he explicado mi afición durante estos 18 años han reaccionado siempre de la misma forma, con condescendencia o con estupor. Las primeras, al no entender exactamente en qué consiste este mundo, se limitan a englobarlo en el apartado “cosas raras que hace este friki” (momento a partir del cual miran de evitarte), las segundas, que sí pueden entenderlo, te ubican inmediatamente en la categoría de “tíos a los que intentar evitar a toda costa por frikis”. Este no es más que uno de los elementos que me llevan a pensar que la cultura mediterránea, latina y católica, no está preparada para este tipo de hobbies. En la Europa moderna, civilizada, protestante, estas cosas no pasan tanto, como se comprueba en los foros internacionales. ¡Qué lejos estamos de la convergencia europea real!

Ver a Lorena discutir el plan de acción, el despliegue, la táctica y los objetivos a conseguir en la mesa de juego no era lo maravilloso. Eso lo hacían también las tres anteriores. Lo que era distinto en ella era percibir su tensión muscular ante la incertidumbre, la preocupación ante la variabilidad posicional del oponente y, por encima de todo, la más genuina excitación ante la batalla inminente. Eso es lo que define a un jugador, ya sea de DBMM o de cualquier otro juego de estrategia. Y ella lo es.

Después de casi dos décadas ya había renunciado a encontrar una mujer que fuera jugadora, genuinamente jugadora. Estaba convencido de que sólo lo conseguiría yéndome a vivir al Reino Unido o a las Américas. Es más, incluso ya había escogido a la candidata ideal, la norteamericana Petra Verkaik. Durante mi periodo como miembro de su club de fans on-line, pude comprobar en su diario personal (consultable por el módico precio de 14,95 dólares al mes) que se declara una acérrima fan de los espectáculos de derribo de fichas de dominó, en los que ha participado diversas veces. No es DBMM, sin duda, ¡pero es una buena base de iniciación!

Creo que, por hoy, no puedo añadir más. Aun me estoy recuperando tras esta epifanía. Desde hoy nada será lo mismo en mi vida. Ahora tengo la seguridad de que los sueños pueden hacerse realidad.

Por cierto, jugamos la partida, pero sólo conservo recuerdos vagos. Tengo una foto del despliegue. Fue este.

Luego todo es borroso. Nótese que la escenografía es mucho mejor de lo habitual. Eso fue debido que el Sr. Mario es un miniaturista consumado y no puede tolerar jugar con cartulinas que hagan las funciones de accidentes de terreno. Creo recordar que ganaron ellos. Eso ahora no importa. Lo importante ahora es renovar mi pasaporte de inmediato.

sábado, 18 de octubre de 2008

Ya tenemos foro

Este era otro elemento fundamental que nos faltaba tener para poder congregarnos en nuestra fe. Ya tenemos foro público para debatir y dar a conocer la verdad. Lo podéis encontrar aquí:


Como ya podéis imaginar, soy el censor inquisidor que controla los mensajes de los hermanos. Estáis todos invitados a participar. El objetivo es que, con el tiempo, se convierta en el foro de DBMM de referencia de habla hispana.

martes, 14 de octubre de 2008

Un nuevo apóstol

Aunque ya hace varias semanas que está en marcha, no ha podido ser hasta hoy que he tengo la oportunidad de presentar el blog de un nuevo profeta de la palabra, mi amigo Xavi. Podéis conocerlo aquí (El pasado que siempre vuelve).

Su retorno a la estrategia con miniaturas ha sido realmente fuerte, hasta el punto que su ardor DBMMero le ha empujado a predicar la palabra, como yo. Aunque su estilo es distinto, el mensaje y el objetivo son los mismos, llevar el mensaje hasta el confín de la tierra.

Aquí lo podéis encontrar. Os lo recomiendo muy mucho.




sábado, 11 de octubre de 2008

Como en el principio

La partida de hoy me ha recordado los el período de iniciación de mis contrincantes. Ambos, amigos desde hace muchos años, acudieron a mí en busca de la verdad de la simulación histórica en miniaturas después de décadas estériles derrochadas en reglamentos napoleónicos o de guerra de secesión americana.

Aun recuerdo cómo se enfrentaban una y otra vez (y otra, y otra, y otra…) contra mi teutónico mientras devoraban mis enseñanzas. Ahora puedo decir con orgullo que son dos de mis adeptos más avanzados. Ambos ya han aparecido anteriormente en el blog, pero no conjuntamente. Son Marco y Marc (no es un error tipográfico ni el nombre de una pareja cómica, es que se llaman así):

Quienes hayan leído la totalidad del blog, recordarán que mi última partida con Marc acabó mal. Esta era, de hecho, mi compensación por aquello, a la que se añadió Marco para compartir así la gloria.

Esta es la ficha técnica de la partida.
Puntos: 400
Su ejército: Anatolian Turkoman. Libro 4. (defensor)
Yo: Prussian. Libro 4. (atacante)
Hora de inicio de la batalla: 8:00 (ya es de día)
Condiciones climatológicas: Nada destacable. Nuevamente, un fantástico día para matarse.
He aquí el despliegue inicial.

Su ejército es muy potente contra el mío, ya que dispone de mucha Caballería Ligera y Caballería superiores, así como importantes cantidades de infantería capaz de castigarme con dureza (básicamente auxiliares y arqueros). Mi despliegue es el típico de siempre, con la diferencia que, esta vez, me ahorré la estratagema de las guías. Visto que no la uso nunca por falta de oportunidad, he preferido comprar más Wb, que de seguro mes será más útil. El grueso de la batalla tendrá lugar a mi derecha.

Muevo primero y los dados me son favorables. Los aliados no me fallan y avanzo a toda máquina. Debo intentar encerrar a sus tropas entre las marismas de mi izquierda (de color azul) y la colina suave de mi derecha (de color marrón). Con menos espacio de maniobra, su Caballería Ligera sólo podrá cargarme frontalmente…o eso espero. Ellos avanzan y se abren el máximo posible con ellas, mientras dejan en reserva el resto de tropas.

En mi ala izquierda, mi columna de Caballería avanza hacia la suya. Tengo superioridad numérica y posicional gracias a los Psiloi en la marisma izquierda. Todos avanzamos hacia el enemigo. Esta es la clase de batallas que me gustan, avance con decisión y sin contemplaciones.

Este fue uno de los momentos clave de la batalla. Incomprensiblemente, Marco avanzó su grupo de Cv (S) hacia mi columna, sin reparar que había dejado elementos de Psiloi a lado y lado precisamente por si hacía eso. La clave era intentar envolver dicha Caballería para romperla y, con ello, dificultar sus maniobras.

Mientras, en mi centro-derecha, efectivamente, sus Caballería Ligeras cargaron frontalmente antes de quedar atrapadas entre mi bloque de infantería y sus reservas. En un exceso de confianza, no había reforzado suficientemente mi flanco derecho, muy débil, constituido sólo por Psiloi en terreno abierto. Esto me podría costar muy, muy caro.

La trampa se ejecuta a la perfección en mi izquierda. Mis valientes Psiloi cargan ambos flancos de su Caballería, con lo que cuatro elementos (dos a cada lado) rompen el grupo para repeler el ataque. A partir de ahora necesitarán importantes cantidades de Pips para maniobrar toda la Caballería. Además, retraso el grueso de la columna de Caballería y dejo un elemento como cebo para atraer (y con ello romper aun más) lo que queda de su grupo.

Una vez más, mis Psiloi morirán por una buena causa.

Pasan los turnos y en mi centro-derecha se consolidan dos tendencias contrapuestas. Por un lado mi mando central ha quedado contenido por la carga de su Caballería Ligera, aunque al precio de dejar exhaustos a la mitad de sus elementos. A mi derecha, en cambio, he conseguido eliminar más Ligeros y avanzar con el bloque central, mientras mi flanco débil aguanta como puede. Ello divide mi mando peligrosamente.

En mi izquierda, mi ego crece por momentos. El plan ha salido bien. Su Caballería ha quedado totalmente desperdigada. Confieso que me preocupa que mis alumnos más aventajados se dejen atrapar de ese modo. Efectivamente, uno de mis Psiloi del ataque izquierdo será recordado por su coraje. Los demás siguen amenazando flancos de elementos individuales. En este lado ellos han perdido toda iniciativa. El tiempo corre a mi favor, ya que con superioridad numérica y estando ellos tan dispersos podré eliminarlos de uno en uno. Por otra parte, sus auxiliares avanzan en las marismas para evitar le entrada de mis Psiloi y detener el flujo de flanqueos desde esa dirección.

En mi centro-derecha, una de cal y otra de arena. Mi mando central ya ha se ha deshecho de casi toda la Caballería Ligera menos un elemento. Pronto podré abalanzarme contra las reservas de Caballería, que avanzan ahora hacia mí. Mi mando derecho va a enfrentarse ahora contra sus arqueros y auxiliares, pero en el flanco ya veo que estoy perdido. Sufro una sangría de bajas constante causadas por su maldita Caballería Ligera. Debo intentar aguantar cuanto pueda mientras me abalanzo con el grueso de Wb hacia delante.

Es el momento de asestar un golpe definitivo en mi izquierda. En un recital de flanqueos y ataques por retaguardia, consigo rodear a su general y atrapar dos retaguardias. Toso con mis maravillosos Psiloi. Muchos los denostan y los arrinconan como tropas de relleno. Yo no. Sé de lo que son capaces cuando los usas correctamente, es decir, cuando los sacrificas, correctamente.

La caballería de dejé de cebo también pasa a engrosar mi lista de héroes. Ahora es cuando vuelve mi columna de Caballería y acerco más refuerzos de Psiloi para una segunda oleada de flanqueos. En dos turnos ya podré ir atrapando elementos sueltos uno a uno. Aquí he ganado, es sólo cuestión de tiempo.

Como contrapartida, sus auxiliares han conseguido contactar a mis Psiloi en la marisma. De momento tendrán que arreglárselas solos. Pronto podré enviar refuerzos desde el centro para limpiar de enemigos ese terreno.

En el centro-derecha, el combate ha llegado a su punto álgido. He soltado finalmente a los impetuosos. La marea de Wb irrumpe con fuerza contra todo lo que encuentran por delante. Efectivamente, consigo enviar algunos elementos contra los Auxiliares de la marisma en apoyo de mis Psiloi. Ellos habían avanzado sus reservas en vista que era su única oportunidad de intentar ganar, pero sólo si consiguen causarme suficientes bajas en este lado. Para mi desgracia, mi flanco derecho ya está temblando. No consigo eliminar ninguna de sus malditas Caballerías Ligeras y él no hace más que irme eliminado elemento tras elemento.

Nuevamente una de cal y otra de arena, pero esta vez en mi ala izquierda. Ninguno de los flanqueos ni ataques a retaguardia tan brillantemente conseguidos ha servido de nada. Todos sus elementos han sobrevivido. Como contrapartida, los combates en la marisma han sido espléndidos y he dejado un único superviviente enemigo que está en combate. He ganado una posición estratégica fundamental a estas alturas de la batalla. Ahora puedo continuar el flujo de refuerzos desde el centro sin impedimentos.

Su Caballería alcanza el máximo punto de dispersión. Su consumo de PIPs es tan elevado que toda su reserva de infantería queda inmóvil, sin poder venir a apoyar. A ello se suma que ya empiezo a desplegar mi Caballería y a irle enviando elementos sueltos a combatir para que no puedan concentrarse en un único punto de combate. Les estoy obligando a combatir separados en múltiples puntos. Sigo teniendo ventaja, pero tardaré en ganar más de lo esperado.

En el centro-derecha, los combates siguen su curso. En el centro consigo una victoria arrolladora. He eliminado sus auxiliares y varias Caballerías. Su mando está roto. Ahora podré concentrar tropas sobre mi maltrecho flanco derecho. Frontalmente no he conseguido ninguna victoria, mientras que su ahora ya invencible Caballería Ligera se dedica a rodear y destruir mis elementos a pares.

En mi ala izquierda, poco a poco, consigo presionar a sus Caballerías con alguna carga y avances. Pese a mi esfuerzo, mis Psiloi han sido contenidos, incluyendo algunas bajas. No me preocupa, ya están llegando Wb de refuerzo desde el centro victorioso.

Hasta que sucede lo inevitable. Mi mando derecho es roto y huye, mientras mi central se dispersa tras aniquilar al enemigo en refuerzos a la izquierda; algunos elementos hacia la derecha y un importante avance hacia el borde enemigo de la mesa. Es lo malo de no poder detener a todos los impetuosos. Con suerte se aproximarán solos hacia la reserva de infantería de la izquierda y, con ello, su Bagaje.

Nuevo asalto a la Caballería enemiga en mi izquierda. Dos de sus elementos están flanqueados y aproximo más Caballería para ataques posteriores. Creo incluso que los refuerzos de la marisma no serán necesarios.

Y he aquí el hermoso instante en que el caos se apodera del campo de batalla. Controlar ahora las tropas es una entelequia. Cada grupo impetuosos se dirige al objetivo enemigo más próximo. Su mando superviviente deja de perseguir a mis huidos para concentrarse sobre mi mando central. No van a llegar a tiempo. Están demasiado lejos y demasiado dispersos para matarme suficientes tropas antes de que yo lo consiga en el lado opuesto del campo de batalla.

Finalmente, los ansiados frutos en mi ala izquierda son obtenidos. Destruyo dos de sus Caballerías y dispongo de una gran cantidad de tropas para cazar las restantes supervivientes. Incluso su general se halla ahora peligrosamente cerca de mis Psiloi. Ahora todo es una cuestión de tiempo.

Marco decide no alargar la agonía y me concede la victoria. Marc hacía rato que se había ido a casa tras una llamada de ejecución inmediata por parte de su comandante en jefe doméstico.

Lo cierto es que la victoria no ha sido nada fácil. Me he quedado a sólo 3 de moral de perder. Quizás si Marco hubiera aguantado dos o tres turnos…Ahora eso es irrelevante. Lo único importante es nuestra reafirmación en la fe verdadera.





martes, 7 de octubre de 2008

Primer Sínodo Hispánico de DBMM (y 3ª parte)

Tras las disquisiciones matinales, nos recogimos en la comunión de ágape frugal, pero abundante. Ello permitió a los asistentes comentar los hallazgos matinales y confraternizar ante la presencia de manjares exóticos (coreanos, para ser más exactos).

Ello dio paso sin dilación a las sesiones de la tarde. El tercer y último bloque de temas a tratar fue probablemente el menos agradable, pero no por ello menos imprescindible. Las sanciones aplicables a aquellos que, habiendo conocido la verdad, reniegan de ella (los apóstatas) o bien los que, siendo conocedores de la verdad, son contumaces en el error doctrinal (los herejes).

En esta ocasión el hermano Marco se sumergió en una dialéctica erudita con el hermano Toni.

El hermano Carlos hizo lo propio con el hermano Ignasi…

…el hermano Joan con el hermano Marc…

…y el hermano Miquel con el hermano Xavier.

Sólo había una conclusión posible. Aquellos que han conocido la verdad y renuncian a ella o son contumaces en el error deben ser condenados al abismo sin fin de otros reglamentos. Sólo así podrán valorar la única salvación.

Fue así como fueron rubricadas las actas del sínodo por todos los presentes. He aquí los documentos gráficos que lo atestiguan:




Llegados a este punto, me gustaría agradecer muy sinceramente a todos los asistentes el ambiente de excelente cordialidad que reinó durante todo el evento. La verdad es que me emocionó mucho. Espero y confío en que haya futuras ediciones en otras sedes, pero no impedirá que se celebren más nuevamente en Barcelona.

Para acabar, las dos últimas imágenes. Una de todos los asistentes menos el organizador (que era el que hacía la foto) e Ignasi (que estaba respondiendo a una llamada ineludible de sus feligreses, conminándole a volver de inmediato a casa).

Y, finalmente, lo más emocionante de la jornada. El club Desperta Ferro me regaló una camiseta oficial con su anagrama. Este tipo de cosas es de las que te llegan hondo. No tengo suficientes palabras de agradecimiento. Tan sólo decir que espero algún día devolverles el honor. Muchas gracias.

Dicho esto, y sin que sirva de precedente, quiero anunciar que esta será mi única aparición en las imágenes de este blog. Pese a tener un ego hipertrofiado, aun soy capaz de dejarme a mí mismo de lado ante lo que está por encima de mí…mucho más importante que yo: nuestra joven comunidad. Por ese motivo, mi imagen es irrelevante, no así mi mensaje.

Bueno, por eso y porque soy excesivamente atractivo.


sábado, 4 de octubre de 2008

Primer Sínodo Hispánico de DBMM (2ª parte)

Algunos de los momentos álgidos tuvieron lugar durante la argumentación de cuestiones teológicas fundamentales. Destacaron las siguientes:

Si el jugador de DBMM es contingente, ¿puede ser también necesario?

Aquí el hermano Xavi defendía de forma vehemente la monophysis de Phil Barker, mientras que el hermano Carlos sostenía su doble naturaleza, humana y divina a la vez.

¿Hay cabida para la interpretación de La Palabra Sagrada del reglamento o no es posible otra opción que su mera transliteración?

¿Es posible la salvación para el infiel que juega a otro reglamento en el mismo grado que para el pagano que no juega a ninguno?

Por extensión, ¿es posible la entrada en el paraíso del apóstata, que ha cambiado de reglamento, y del hereje, que lo ha pervertido?

Otro importante grupo de cuestiones a tratar vino dado por la necesidad de fijar los sagrados criterios de sustento de los santos padres, así como el mantenimiento y la ampliación de los bienes terrenales de nuestra comunidad. Los principales temas tratados fueron:

¿Qué argumentos podemos utilizar para atraer más top models a la fe verdadera?

¿Qué es mejor, disponer de club propio o formar parte de uno ya constituido por otras fes que no son la verdadera?

¿Es conveniente traer a las esposas o novias a participar en las partidas?

Tras arduas disquisiciones, y una vez finalizadas las sesiones matinales, se alcanzaron los primeros consensos. El espíritu de hermandad entre los asistentes facilitó la llegada de acuerdos que sientan las bases de nuestra implantación en esta tierra de descreídos. Antes de ir a comer, ilustramos para la posteridad dichos momentos de fraternidad.

Aquí los hermanos Toni i Marc.

Aquí los hermanos Ignasi y Miquel.

Aquí los hermanos Joan i Marco, todavía absortos en sus análisis metateológicos.

Y finalmente los hermanos Carlos y Xavi.

Una primera sesión memorable. Era el momento de dar regocijo a nuestros estómagos, para así recuperar fuerzas de cara a la sesión de la tarde.

(Continuará…)