miércoles, 12 de noviembre de 2008

Una batalla más…y algo muy distinto. Primera parte.

La crónica de hoy será distinta a las anteriores. Había quedado con el señor Pere para jugar su francés de Juana de Arco contra mis inefables prusianos. El objetivo no era jugar porque sí, sino algo mucho más temible: probar el lado oscuro. En esta primera parte explicaré sucintamente la crónica en sí misma. Iré muy al grano porque de lo que se trataba era, ni más ni menos, que de cruzar el umbral que conduce a la tan temible como inquietante heterodoxia…Pero eso vendrá más adelante.

En primer lugar, debo presentar a mi contrincante y señor de los Sith, los Jedi Oscuros, Pere:

Esta es la ficha de la batalla.

Puntos: 400
Su ejército: Medieval French incluyendo a la mismísima Juana de Arco como general brillante. Libro 4. (defensor)
Yo: Prussian. Libro 4. (atacante)
Hora de inicio de la batalla: 9:00 (ya es de día)
Condiciones climatológicas: Nada destacable. Nuevamente, un fantástico día para matarse.

He aquí el despliegue inicial.

Aquí destacaban dos elementos de forma muy especial. Existe un tipo de accidente de terreno lineal llamado barrera fronteriza (en las listas de ejército nombrado como B). Se trata de muros de setos o de piedra de la altura de un hombre que sólo están disponibles en las listas de ejército de lo que hoy en día son Francia o Inglaterra. Su origen es celta antiguo (de ahí su ubicación geográfica tan concreta) y se alargan desde la antigüedad hasta la Edad Media. Son terrenos difícil que puede ser defendido desde atrás con mucha facilidad y su longitud oscila entre los 800 y los 1200 p. Se colocan como cualquier otro accidente, y su única desventaja es que cuentan como dos accidentes equivalentes, con lo que puedes colocar muy pocos… ¡afortunadamente!
Aquí la primera, muy próxima y paralela a su lado de despliegue.

La segunda anulando completamente su flanco izquierdo. Ya me gustaría tener a mí barreras como esas. ¡Eso sí es una manera fácil de cubrir un lado!

Mi despliegue, como siempre. Masa de Wb en el centro y a tirarme contra lo que haya delante, sea lo que sea.

Sólo que esta vez, delante estaba desplegado un enemigo con una enorme cantidad de Caballeros y de tropas de tiro. Además, confieso que las berreras me desconcertaron. Al principio pensé que incluso me podrían favorecer en tanto que evitaban que me envolviese él por los flancos…pero estaba equivocado.

Movió él primero. Si flanco derecho, que desplegó en una larga columna, avanzo y se abrió rápidamente. Una columna de Picas (F) avanzó en columna dentro del bosque, seguida de un grupo nutrido de ballesteros y de una masa temible de caballeros detrás. La barrera de retaguardia estaba defendida por enjambres de hordas de campesinos vociferantes.

En su centro y su izquierda, más Caballeros y ballesteros.

Un grupo de esos Caballeros eran la elite de Francia, Caballeros (S), comandados por Juana en persona. La barrera de flanco estaba fuertemente defendida por un nutrido grupo de Blades y por más ballesteros. Estos últimos, al ver que dicho flanco no estaba amenazado, dejaron indefensa su parte de la barrera y se concentraron apoyando a sus nobles.

Era evidente que los franceses estaban muy bien inspirados en su despliegue. Sospecho que ello era debido a la presencia, siempre perceptible, de bebidas espirituosas. Por otra parte, también era evidente la presencia del motivo oculto de la partida. Aún no puedo hablar de ello, pero ya avanzo su existencia.

Ambos llevamos a cabo avances hacia el enemigo. Mientras estaba claro que él me esperaría con tiro y Caballeros, yo admito que, al menos con mi Caballería, me arriesgué demasiado. Quería aprovechar el hueco en la barrera dejado por los ballesteros con mis Psiloi. Ello me facilitaría ataques pòr la retaguardia y los flancos si él no hacía nada.

En el centro, como siempre, hacia delante con un par.

Lo mismo que en mi izquierda, pero con menos órdenes disponibles. Lo prioritario aquí era tomar el bosque inmediatamente con mis Psiloi y empezar a matar sus temerarias Picas.

Los cuatro turnos siguientes fueron una lección de humildad de las que hacía tiempo que no recibía. En mi derecha, mi Caballería era masacrada por sus malditos ballesteros genoveses y sus invencibles Caballeros (S). El hueco que quería aprovechar se quedó en nada, ya que debía consumir todas las órdenes en intentar sobrevivir. Mis Caballerías estaban demasiado dispersas.

Mientras, un importante bloque de Wb estaba siendo pasado por el rodillo de sus Caballeros. ¡No maté ni uno! Tremendo, de 16 elementos enviados, perdí 8. Demasiadas bajas, incluso para un prusiano.

En el centro los combates acababan de iniciarse. Un bloque de Wb cargó contra su grupo de ballesteros en el centro y otro bloque contra su masa de Caballeros a mi izquierda. Todo resultó inútil. Pese a eliminar a algunos ballesteros, el resultado contra sus Caballeros fue el mismo que en mi flanco derecho, todos acabarían bajos los cascos de sus caballos.

Finalmente, en mi izquierda obtuve las escasas victorias en mi haber. Aquí destacaron dos héroes, uno por bando. Una de sus Picas fue capaz de resistir hasta el final de la batalla contra mi grupo de Psilois. Pese a estar flanqueado y en terreno difícil aguantó todas mis embestidas ante mi impotencia. Hasta el punto que separé un nutrido grupo de Wb del cuerpo principal sólo para “limpiar” el bosque. Otro error de bulto. Debería haberlos arrojado contra los caballeros también.

Mi héroe fue un solitario elemento de Wb que, él solito, se cargó a 4 elementos de Piqueros en el bosque. Fue el único que hizo algo decente de mi ejército. En el último turno, fue capaz de eliminar a otras dos picas. Junto con un caballero muerto (el único que maté en toda la batalla) del mismo mando, conseguí desmotivar ese mando.

Nada más. Mi mando de Caballería y el central de Wb habían sido destruidos. Derrota final sin paliativos.

Hasta aquí la crónica convencional. Pero, como ya he dicho, el objetivo era otro. Era la tentación. Pere me había tentado a jugar…para probar nuevas reglas…para cambiar el reglamento…intentar cambiar DBMM.

3 comentarios:

Xavier Martí i Picó dijo...

Realmente un paliza. Se nota que los caballeros superiores hicieron lo que devían y las warband sufrieron lo que debieron. La verdad es que tenías pocos números contra los bestiales caballeros franceses ya que tu ejército no tiene tropas que los puedan parar mínimamente.

David Cantó dijo...

Así es la cruda realidad :(

Anónimo dijo...

Pero con ese montón de Kn(S) cargando por un pasillo, el resultado era lógico. Quizá podrías haber matado a algunos más si los hubiera hecho avanzar más y perder la protección de la infantería en sus flancos, pero el resultado hubiera sido el mismo.

Ánimo para la próxima.

Ricardo