martes, 1 de junio de 2010

Ya soy finalista

Mientras preparo la crónica de lo vivido en Tarraco Viva -y ya os avanzo que TODOS tenemos que ir el año que viene-, os informo que ayer jugué mi semifinal de liga. Tuve suerte y vencí, y subrayo lo del factor suerte.

Mi oponente fue la revelación de esta liga, nuestro compañero César.

Sin haber jugado nunca a DBM y habiendo jugado tan sólo tres partidas previas de DBMM, César representa, en mi opinión, el paradigma ideal de un aficionado a los wargames. Con una mentalidad abierta, gran espíritu combativo, excelente fairplay, temible agresividad y elevada capacidad de resolución, me siento orgulloso al ver que se ha plantado en las semifinales de su primera liga de DBMM casi, si se me permite la broma, sin despeinarse.

Su ejército era, al menos contra mi pobre turcómano, un temible micénico. He aquí una toma de sus temibles carros:

Y aquí sus espantosas picas (X), que cuentan como superiores contra LH, Cv y Ps, es decir, ¡contra el 90% de mi ejército!

Mi terror al saber que ese sería mi contrincante me llevó a dedicar casi un mes a encontrar un modo de derrotarlo. Hasta el punto que pedí a dos espárrings que me echaran una mano para afinar mi estrategia. El primero fue Carlos.

Y el segundo Òscar.

Gracias a la información recogida en esas partidas de prueba, pude diseñar una estrategia arriesgada con la que creí poder hacer frente con garantías a esa masa de micénicos.

Seré breve. La estrategia no sirvió de nada, ya que la pudo neutralizar con facilidad. Gané porque César tuvo la racha de unos más espantosa que he visto en años. No exagero. Yo no gané, fue él quien perdió, y debo admitirlo abiertamente. En algunos momentos me dio la sensación que mis dados estaban trucados para que no bajaran de 4 y los suyos para que no subieran de 3. Me hubiera gustado tener un registro estadístico de sus tiradas, especialmente las de combate. Seguro que un matemático hubiera dicho que una seria tan baja tan seguida en tiradas de dados (y cambió de dados casi una decena de veces) no era estadísticamente posible. Pues doy fe que lo fue :(.

No me gusta ganar así. No sólo no me divertí, sino que acabé con la sensación, sin base real, por supuesto, de haberle estafado. No merezco haber pasado a la final, la verdad. Sólo con tiradas decentes, el finalista hubiera sido él.

Por eso desde aquí le animo a que no tome en cuenta esta especie de suceso kármico que debe deberse a algún crimen cometido en otra vida anterior y que ayer purgó. Si no es eso, no me explico tanta mala suerte.

Un gran jugador. En poco tiempo lo veremos muy arriba.

6 comentarios:

Juanjo dijo...

Pues en otra vida César debió ser un serial killer, porque la retahíla de unos que sacó en su partida de liga contra mí debieron purgar no me nos de un par de terribles asesinatos.

En cualquier caso, felicidades al campeón y ánimos al micénico.

Erwin dijo...

Felicidades!
y también a César, al que tengo ganas de conocer y poder cruzar los dados (igualados!)

Como espárring que fui, me gustaría que ampliases un poco la "cosa" de la batalla, ¿como sorteó tu estrategia?

Anónimo dijo...

Felicidades a los dos!

Xavi

David Cantó dijo...

Siento no poder explicar mi estrategia. Piensa que los otros dos semifinalistas podrían leerla antes de la final conmigo...;)

Anónimo dijo...

Bueno, maña sabremos quién es tu archienemigo...
Pero podrías explicar algo, al fin y al cabo tu verás nuestra estrategia mañana.
Xavi

David Cantó dijo...

A lo mejor mañana os explico algo en persona ;)...