Éxito en Tarraco Viva. Primera parte.

Éxito es exactamente la palabra que define nuestra visita a la antigua Tarraco. Lo cierto es que ya hacía mucho tiempo desde mi última salida al mundo exterior, concretamente a Palma. Tras varios meses de sequía, por fin pude dedicarme a lo que más me gusta, captar prosélitos.

Gracias al grupo de Para Ludem, que nos invitaron a participar en sus jornadas de juegos, tuvimos la oportunidad de conocernos y compartir afición. Aquí podéis ver el folleto de presentación de tan magno evento dentro de las jornadas de Tarraco Viva.

El lugar era el edifico de la antigua audiencia, ahora habilitado como museo y centro cívico (El Pallol).

Para los que no lo conozcáis, puedo dar fe que los sillares de la escalinata de acceso tienen muchos siglos de historia en su haber. La zona de juego se hallaba bajo los arcos exteriores, donde inmediatamente nos identificamos.

Rápidamente, la mesa de demos estaba lista y a la espera de novicios a los que iniciar.

Y el plato fuerte de DBMM, como ya sabéis, vino de la mano del escenario de la batalla de Dertosa, que, evidentemente, podéis encontrar en el blog de Carlos.

Aquí vemos al otro Carlos, iniciando la delicada tarea de desplegar las huestes romanas.

Para el público, había un breve dossier gratuito que introducía a los interesados en el contexto de la batalla.

Los amigos de Para Ludem habían habilitado una serie de mesas dedicadas a juegos de mesa diversos y ya de buena mañana empezaron a atraer jugadores.

Uno de los que más me impresionó fue este espectacular Circus Maximus. Una elección especialmente acertada, dado que en la Tarraco imperial hubo uno.

Las cuadrigas eran una maravilla. Cada una con el nombre de su áuriga.

Por desgracia, la nefasta calidad de mi cámara no permite percibir el gran detalle y calidad de las minis.

Aquí dos miembros de Para Ludem en pleno éxtasis recreativo antes del inicio de la carrera.

Una vez acabado el despliegue del escenario, foto conmemorativa de los miembros barceloneses DBMMeros. De izquierda a derecha, Carlos, el otro Carlos, un servidor y Josep.

Caso de inmediato, se produjo el choque entre ambas líneas.

Como ya os he comentado, los detalles de la batalla los encontraréis en el blog de Carlos. Sólo os avanzo una de las espectaculares panorámicas del impacto en toda la línea de frente.

Mientras tanto, yo ya estaba enseñando a un posible aficionado las maravillas del juego. El día comenzaba bien.

Tras una gran mañana, el esperado ritual de ir a comer. ¡Ah! Segundo gran momento del día.

En la imagen, en una de las múltiples terrazas (atiborradas de gente), junto con uno de los maestros de ceremonias de Para Ludem, nuestro colega Rafa (a la derecha de la imagen).

Tras un lujurioso exceso de grasa y sal (sazonado con un pedazo de pastel de queso arrebatado, sin duda de algún ágape de los dioses), estábamos listos para gozar de la tarde.

Y la tarde fue aun mejor…