He optado por reproducir el título original de libro porque la traducción que ha hecho la editorial al castellano le hace perder, en mi opinión, buena parte de la perspectiva que el autor ha querido reflejar en su obra.
Os presento la, hasta el momento, opera prima de un friki de la guerra (que es como lo llamaríamos aquí traducido literalmente), el Sr. Gary Brecher.
Os presento la, hasta el momento, opera prima de un friki de la guerra (que es como lo llamaríamos aquí traducido literalmente), el Sr. Gary Brecher.
Lo cierto es que compré el libro porque el título traducido me trajo recuerdos de otra gran libro, Historia de la incompetencia militar, que algún día también comentaré. En la sinopsis se explica que el Sr. Brecher es un famoso bloguero norteamericano que se ha especializado en análisis militar “irreverente”. Concretamente, usa la palabra “gamberro”. Pues es un eufemismo. Este tal Brecher es un amargado de la vida que está convencido de que el mundo está en deuda con él y necesita evacuar todo el exceso de bilis que genera su psique hacia el exterior. En su caso, lo ha canalizado estudiando la guerra desde el punto de vista estrictamente táctico y militar, mostrando un absoluto desprecio por sus consecuencias en la vida humana.
Brecher se describe a sí mismo como un gordo que vive en uno de los peores lugares del mundo (él mismo lo califica de infierno) con una de las ocupaciones más horrendas posible. Es oficinista en Fresno, California. Confiesa pasarse horas y horas comiendo nachos y bebiendo cerveza ante internet mientras se escaquea en el curro y busca los últimos avances tecnológicos en torpedos antisubmarinos o mejoras en los sistemas de localización de los misiles balísticos intercontinentales. De ahí que War Nerd sea una descripción mucho más acertada que la traducción actual a la hora de encabezar este libro.
Además de ser un obeso confeso, se enorgullece de ser norteamericano y de pertenecer a una sociedad capaz de mantener la supremacía militar aeronaval jamás conocida en la historia de la humanidad. No hay referencias racistas, sexistas ni políticas explícitas en ninguna página, pero el conjunto rezuma neoconservadurismo moderado. Y digo moderado porque admite que la segunda guerra de Irak fue un error militar (que no político) imperdonable.
A lo largo de 6 capítulos presenta su visión del estado del mundo de la guerra en todos los continentes. Él admite abiertamente que le gusta la guerra, que es lo mejor del género humano (no es coña) y que no hay nada que se le pueda comparar. No me parecieron en ningún momento bravatadas de un oportunista más que quiere sacar provecho de unas declaraciones subidas de tono. Ese tono “irreverente” o “gamberro” oculta en realidad, en mi opinión algo más peligroso y hondo en el alma de este hombre.
Podría seleccionar un sinfín de perlas extraídas de aquí y allá. Hace referencia a España con el caso de Perejil (sencillamente deliciosa) y a ETA (con una visión muy neocon). Analiza algunas guerras pasadas y muchos conflictos actuales, pero, en mi opinión, la síntesis de su visión del mundo y la vida, es decir de toda esa bilis que escupe aquí y allá, se halla en un apunte dedicado al autor Tom Clancy. Como no he leído nada de Clancy, no dispongo de información suficiente para valorar el conjunto, pero el odio uterino, el desprecio profundo y la envidia sin límite que Brecher manifiesta hacia él me impactaron. Es una animadversión químicamente pura. Aun admitiendo no conocerle en persona (o probablemente quizás por eso), Clancy es la encarnación del War Nerd que en realidad Brecher quisiera ser y que sabe que nunca será. Éxito económico, social y sexual. Proyecta sobre su imagen pública aspectos de la vida privada que le son ajenos, como por ejemplo la proximidad de las mujeres. En una palabra, describió al detalle su autoretrato en negativo. Le odia tanto porque nunca podrá ser ni tener lo que es y tiene.
Tras la decepción inicial, confieso que al final me ha gustado mucho. Hay importantes dosis de humor negro, causticidad políticamente incorrecta y frikismo militar de muy alto nivel. Os lo recomiendo. La mía es la segunda edición en castellano y parece que en inglés ya van por la cuarta o la quinta, con lo que, con suerte, podrá equipararse, salvando las distancias, al éxito editorial de Clancy. :)
Sólo espero no acabar nunca como él.
Brecher se describe a sí mismo como un gordo que vive en uno de los peores lugares del mundo (él mismo lo califica de infierno) con una de las ocupaciones más horrendas posible. Es oficinista en Fresno, California. Confiesa pasarse horas y horas comiendo nachos y bebiendo cerveza ante internet mientras se escaquea en el curro y busca los últimos avances tecnológicos en torpedos antisubmarinos o mejoras en los sistemas de localización de los misiles balísticos intercontinentales. De ahí que War Nerd sea una descripción mucho más acertada que la traducción actual a la hora de encabezar este libro.
Además de ser un obeso confeso, se enorgullece de ser norteamericano y de pertenecer a una sociedad capaz de mantener la supremacía militar aeronaval jamás conocida en la historia de la humanidad. No hay referencias racistas, sexistas ni políticas explícitas en ninguna página, pero el conjunto rezuma neoconservadurismo moderado. Y digo moderado porque admite que la segunda guerra de Irak fue un error militar (que no político) imperdonable.
A lo largo de 6 capítulos presenta su visión del estado del mundo de la guerra en todos los continentes. Él admite abiertamente que le gusta la guerra, que es lo mejor del género humano (no es coña) y que no hay nada que se le pueda comparar. No me parecieron en ningún momento bravatadas de un oportunista más que quiere sacar provecho de unas declaraciones subidas de tono. Ese tono “irreverente” o “gamberro” oculta en realidad, en mi opinión algo más peligroso y hondo en el alma de este hombre.
Podría seleccionar un sinfín de perlas extraídas de aquí y allá. Hace referencia a España con el caso de Perejil (sencillamente deliciosa) y a ETA (con una visión muy neocon). Analiza algunas guerras pasadas y muchos conflictos actuales, pero, en mi opinión, la síntesis de su visión del mundo y la vida, es decir de toda esa bilis que escupe aquí y allá, se halla en un apunte dedicado al autor Tom Clancy. Como no he leído nada de Clancy, no dispongo de información suficiente para valorar el conjunto, pero el odio uterino, el desprecio profundo y la envidia sin límite que Brecher manifiesta hacia él me impactaron. Es una animadversión químicamente pura. Aun admitiendo no conocerle en persona (o probablemente quizás por eso), Clancy es la encarnación del War Nerd que en realidad Brecher quisiera ser y que sabe que nunca será. Éxito económico, social y sexual. Proyecta sobre su imagen pública aspectos de la vida privada que le son ajenos, como por ejemplo la proximidad de las mujeres. En una palabra, describió al detalle su autoretrato en negativo. Le odia tanto porque nunca podrá ser ni tener lo que es y tiene.
Tras la decepción inicial, confieso que al final me ha gustado mucho. Hay importantes dosis de humor negro, causticidad políticamente incorrecta y frikismo militar de muy alto nivel. Os lo recomiendo. La mía es la segunda edición en castellano y parece que en inglés ya van por la cuarta o la quinta, con lo que, con suerte, podrá equipararse, salvando las distancias, al éxito editorial de Clancy. :)
Sólo espero no acabar nunca como él.
4 comentarios:
Tengo este libro, y el otro que citas, tambien. El punto de "Los Teleñecos van a la guerra" sobre Perejil, es muy divertido, mal que me pese...
Es verdad, odia a Clancy porque es lo que desea ser y nunca será... aunque estará sacando buenos dividendos de los derechos de libro.
Buf! que chungo y que interesante a la vez, me lo miraré a ver o bien igual te lo pido prestado.
el otro que nombras es el de Geoffrey Regan? de ed. Crítica?
Ese es un libro serio y sumamente interesante.
Sí, efectivamente.
Ya hace años que leí el libro del Sr. Regan, y me encantó. Muy recomendable y, curioso en un anglosajón, le mete caña a los ingleses...
:O
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