martes, 11 de octubre de 2011

Mis libros (16): Conquistadores, Emires y Califas

Hacía mucho tiempo que quería leer este libro. Mucho. Mi lista de libros pendientes es tan larga que siempre lo dejaba para más adelante. Hasta ahora.

DBMM 001

Ficha técnica: Editorial Crítica. 600 páginas, de las cuales 100 son de notas. El autor es el Profesor Eduardo Manzano. Un desconocido para mí, pero con buenas referencias hasta donde pude constatar en Internet. El tío domina el árabe clásico, con lo que puede acceder directamente a las fuentes documentales. Ahí es nada.

Como ya he comentado en otras ocasiones, esta clase de trabajos no sólo son útiles para incrementar tus conocimientos históricos en general, sino que son una ayuda inestimable para cuando intentas impresionar a una guiri interesada en la historia de los reinos peninsulares (que las hay; pocas, pero las hay). Uno de los vacíos más importantes en ese aspecto en mi caso era precisamente el proceso de formación de Al-Andalus desde la conquista hasta el desmoronamiento del califato y el inicio del reino de taifas. Pues eso es exactamente lo que cubre este impresionante libro.

El mismo título resume a la perfección el hilo expositivo de la obra. En la primera parte se habla de la conquista. Incluyendo los procesos rápidos de arabización e islamización que tuvieron lugar en la población (no solo en las elites) en pocas generaciones y la política de pactos con la aristocracia nativa terrateniente que facilitó enormemente el control de la casi totalidad de la península ibérica. En la segunda se detalla el afianzamiento del emirato como apéndice más occidental del imperio islámico controlado desde Damasco. El establecimiento de un sistema fiscal desconocido en Europa hasta siglos después y el desarrollo de elementos culturales y artísticos de primera magnitud. Finalmente, en la tercera parte se explica el desarrollo del califato de Córdoba en relación con la desaparición de la dinastía Omeya en Oriente y su supervivencia en Al-Andalus hasta el siglo XI.

Imposible detallar todas las exquisiteces que ofrece este volumen. Tan sólo destaco dos. Creía que la gran mayoría de las palabras que, en castellano, empiezan con al- (como almohada, alcázar, etc.) provienen del árabe. Y no es así del todo. En realidad proceden de la pronunciación bereber del árabe. Ello es debido a que la inmensa mayoría de los primeros conquistadores era bereber y no árabe. Estos bereberes fueron los que se distribuyeron en las áreas rurales mientras las elites verdaderamente árabes se quedaron en los núcleos urbanos. De hecho ni siquiera los bereberes estaban del todo arabizados ni islamizados en el siglo VIII. Muy interesante.

La segunda es constatar que el emirato (califato después) no fue en ningún momento una entidad política homogénea ni fácil de controlar. La realidad de gobierno de las elites locales era la tensión casi permanente con Córdoba durante los 3 siglos que abarca este período. Tan sólo un férreo control, en ocasiones militar, en otras mediante sobornos, por parte de la administración central permitía mantener la potencia regional que era Al-Andalus. Fuerte pero frágil. Incluso en el culmen de su poder, durante el gobierno de Almanzor, fue incapaz de destruir los reinos cristianos peninsulares. Al fin he encontrado una explicación satisfactoria del por qué, pero la tenéis que leer vosotros Caluroso.

Otro libro más que recomendable.

2 comentarios:

Milo Burgh dijo...

Bien, bien...

Y en ese libro ¿dice como se organizaban y combatían los ejércitos musulmanes hispanos a lo largo de los siglos? Porque yo lo único que he encontrado es lo que viene en las listas de ejércitos de varios sistemas de juego (lo cual te deja todavía con más dudas, por las diferencias entre unos y otros). Y en castellano, la verdad es que no he encontrado gran cosa.

David Cantó dijo...

Pues no, lo siento :(. La vertiente militar la trata sólo de puntillas. Se centra más en el desarrollo histórico-político, social y cultural.