En cuanto a DBMM en concreto durante las jornadas, destaco el megaescenario de la batalla de Hastings.
He aquí al trio que lo jugó, con los incansables Toni y Carlos a su frente.
El rey Harold consiguió cambiar la historia y sobrevivió a las embestidas normandas, que fueron rechazadas, aunque a un alto coste en bajas propias.
En cuanto a la competi de DBMM 200, he aquí las mesas antes de empezar.
Como ya sucedió en el pasado Games Day, nuestros amigos de Palma nos invadieron. ¡Vinieron nada menos que 7!
En la foto se ve a Aitor, que no cuenta porque ya lo tenemos nacionalizado aquí. El que falta es Paco, que jugó a Lasalle.
Ello hizo, de nuevo, que no hubiera suficientes jugadores locales como para evitar que se enfrentaran entre ellos. Odio que pase eso, pero no se puede obligar a nadie a jugar. Realmente este año hemos pinchado en Barna de forma clamorosa. No sé si será significativo, pero me preocupa mucho. No hay fuelle.
Aquí ya el torneo en plena actividad.
A diferencia de otros torneos, en esta ocasión optamos por dar libertad a los ganadores a la hora de escoger su galardón. Así, la totalidad de la recaudación se fue a pagar los premios para los dos primeros clasificados. He aquí los dos vales intercambiables para la tienda que los proporcionó.
Ciertamente no es un premio espectacular, pero facilita que el ganador se lo pueda llevar el mismo día. Teniendo en cuenta la gran presencia de mallorquines que nos visitaron, creímos que eso facilitaría su elección en caso de llevarse alguno de los premios.
Una vez acabadas las cuatro partidas, llegamos por fin a la entrega de premios. En primer lugar, la mención especial para el último clasificado, que se lleva mi ya celebérrima sonrisa misteriosa. Fue para Txiqui.
En tercer lugar, sin premio en esta ocasión (cosa que habrá que mejorar sí o sí de cara a la próxima edición), Miquel.
Medalla de plata para el organizador del torneo, Òscar. Prometo que no hubo favoritismo arbitral.
Y nuestro flamante campeón, el llorica que pocos minutos antes de la última partida estaba lamentando su inminente y flagrante derrota para luego estampar a su oponente un impresionante 25 a 0. Evidentemente, sólo puede ser Xavi.
La verdad es que, visto en perspectiva, no tiene buena pinta todo esto. Vienen más mallorquines que locales, les obligamos a que jueguen entre ellos, no se llevan ni un premio y para postre el organizador sí. No nos merecemos que vuelvan a venir a jugar, en serio. Estamos obligados a ir a su Games Day el año que viene, señores.
Mejor terminar con un buen sabor de boca con la foto de grupo. Nuevamente Paco estuvo ausente, absorto con Lasalle.
Y yo personalmente me quedo con esta otra imagen tomada durante la entrega de premios en la que una atractiva morena desconocida (a la derecha de la imagen) me contempla fascinada.
Lo mejor del día, sin duda.
En otra entrada comentaré los aspectos positivos y negativos que recopilamos entre los participantes en cuanto al formato de juego. Fue una experiencia nueva que, creo, puede establecer un precedente interesante de cara a futuros eventos.
Gracias a todos los que vinisteis y espero que nos volvamos a ver el año que viene.
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