Mis libros (10): Blat, metalls i cabdills

El libro que os presento hoy es de prehistoria. Concretamente centrado en el período que comprende desde el inicio del Neolítico hasta el inicio del la iberización en Catalunya.

Una de las lagunas más importantes en mi conocimiento de la historia de Catalunya es precisamente todo lo acontencido antes de la llegada de Roma a la península ibérica durante la segunda guerra púnica. Sólo sé que había una pléyade de pueblos iberos altamente competitivos con una fuerte aristocracia guerrera en la cima de la pirámide social. Por no saber, no tengo ni idea del origen de los pueblos iberos.

Esto es especialmente frustrante cuando están intentando ligarte guiris con las que realizas intercambios lingüísticos y te preguntan sobre los orígenes de Catalunya. Hago un inciso en este punto para especificar que las guiris que intento ligarme han de tener un cierto nivel, si no, ya no me interesan. Para solucionar ese problema he decidido estudiar el periodo anterior al siglo III a.C. De ahí que me haya ido al origen, el neolítico. El paleolítico es demasiado poco estimulante como para remontarme tan atrás. En mi opinión, no es hasta la llegada de la agricultura, y con ella la aparición de la estratificación social, que se puede hablar de naciones reconocibles como tales. De ahí la elección de este libro. Los mismos autores editaron en 2005 otro título que cubre el período de iberización completo, con lo que es el siguiente en mi lista de lectura.

Algunos datos interesantes que me ha aportado esta obra han sido, de un lado, la constatación de que la vida en cuevas y abrigos naturales convivió durante el neolítico medio con la creación de cabañas en campo abierto. Yo pensaba que fue un salto cualitativo realizado de una sola vez, y no fue así. Durante casi un milenio, es posible hallar restos arqueológicos de habitáculo en cuevas cuando ya hay constancia de la existencia de las primeras protoaldeas. Por otro lado, al final del volumen hay una tabla cronológica comparativa del desarrollo histórico entre la región del levante peninsular y el creciente fértil. En ella se muestra de forma diáfana la distancia temporal que separa los avances y logros entre ambas realidades. Así, durante el período 2500 a 1800 a.C., Egipto construye las pirámides y Sargón de Akkad forja en Mesopotamia el primer imperio registrado históricamente. Mientras tanto, en este rincón del Mediterráneo, a 3800 km de distancia, el mayor logro conocido es la cerámica del vaso campaniforme.

Ya tengo ganas de leerme el de la iberización.