martes, 2 de septiembre de 2008

Vuelta a la rutina…con algo distinto

Se acabaron las vacaciones. No he hecho nada destacable. Es decir, que he jugado hasta la saciedad y no he hecho nada más que sea especialmente remarcable. No he preparado crónicas de todas las partidas, tan sólo de aquellas con algún mínimo interés.

Es el caso de esta.

Ya en mi último encuentro con Némesis noté que algo era distinto en mis batallas. Es esa típica sensación irracional que no tiene una base lógica pero que, a base de ir pensando en ella una y otra vez, gana fuerza y acaba autocumpliéndose.

En esta ocasión se trataba de la revancha del Sr. Ricardo, al cual vencí en mi último encuentro. Volvía a enfrentarme a sus temibles macedonios con falange experimental, los especialmente odiosos Bw(X).

He aquí a Ricardo, nuevamente concentrado en su despliegue.


Esta es la ficha técnica de la partida.

Puntos: 400
Su ejército: Alexandrian Imperial. Libro 2. (atacante)
Yo: Prussian. Libro 4. (defensor)
Hora de inicio de la batalla: 6:00 (ya es de día)
Condiciones climatológicas: Nada destacable. Nuevamente, un fantástico día para matarse.

He aquí el despliegue inicial.


Mi ya arquetípico despliegue con la masa de infantería en el centro-derecha y la caballería a la izquierda. Otra vez la estratagema de guías me acompañaba. Su ejército no llevaba elefantes (un gran alivio). Sus tres mandos combinaban grupos de malditas falanges experimentales con grupos de Kn(F) en cuña y Caballerías con algún ligero. Peligroso, como siempre.

Yo, una vez más, había dispuesto mis arqueros en primera fila para romper los montados que me encontrase delante. Una vez completado, constato que mi aliado central izquierdo tendrá que enfrentarse a sus Bw(X). Pinta mal. En cambio, el aliado centro-derecha tiene unos suculentos Kn(F) ante sí. Aquí sí puedo hacer daño. Veremos qué pasa.


En mi izquierda, mi Caballería despliega, como siempre, en columna para ver hacia dónde deberá ser dirigida una vez completado el despliegue. Ya veo que las guías en el medio del bosque no serán útiles. Tengo más que suficiente superioridad numérica de ligeros para tomar el bosque, con lo que no ganaré nada intentando atravesarlo con la Caballería. Sus tropas están encerradas entre los huecos de terreno que le he dejado. No podré sacarlo de allí. Tendrá que salir él. Y lo hará, sin duda, porque se le vienen encima 50 elementos de Wb.


Comienza la batalla. Él mueve primero. Con una buena tirada me cuela la columna de Caballería Ligera por el borde de los matorrales en un abrir y cerrar de ojos. Confieso que me ha pillado desprevenido. Ya me veo moviendo a mis ligeros desesperadamente para cubrir como puedan ese flanco.


El resto de sus tropas de a pie avanzan también de forma prudente. Sus Caballeros se quedan inmóviles, mientras que su caballería se desplaza hacia el flanco izquierdo de mi infantería. En mi turno, mis aliados no me defraudan y avanzan a toda máquina contra el enemigo.


Mi caballería y sus ligeros también avanzan. Los segundos para tomar el bosque rápidamente. Los primeros, sólo para tantear la situación.


Afortunadamente, mis ligeros en el ala derecha tuvieron suficiente movimiento para acercarse a la amenaza de su caballería ligera. No podrían detenerlos, pero al menos le obligaría a gastar órdenes en ellas mientras le presiono con la masa de Wb. Así le obligo a tener que escoger entre intentar responder al ataque frontal de mi infantería o continuar avanzando por este flanco.

Aprovecho para presentar uno de los elementos que más envidia me han generado durante mis años mozos. Se trata de la virilidad de uno de los espectadores de la batalla, mi amigo Xavi (que será protagonista en una de mis futuras crónicas). Él es y tiene todo aquello que yo nunca podré ser ni tener, pero eso es otra historia que ya explicaré en su momento.


Avanzados hasta la distancia de tiro, comienza el intercambio de flechas. Sus falanges, ligeramente anguladas, me causan una baja. Yo, en cambio, aniquilo dos de sus Kn(F). ¡Impresionante! Si no quería estar presionado en ese mando, ahora lo está de verdad. Al avance de su Caballería respondo con el envío de una columna de Wb. Tengo las de perder, pero espero que eso las entretenga mientras arrollo sus Bw(X) y acabo de eliminar a sus Kn(F). No pinta mal la partida.


Mi Caballería, como siempre, esperando acontecimientos en el centro. Mis Psiloi avanzan dentro del bosque y se dividen. Un grupo a contener sus ligeros mientras otro se dirige hacia el apetitoso flanco de sus malditas falanges experimentales.


Recuerda a Creso...

Todo parecía ir bien hasta que oí esas palabras. Sólo las oí yo, por supuesto, porque sólo iban dirigidas a mí. Los dos siguientes turnos Némesis me arrojó a la perdición. Solté mis Wb, como siempre, que atravesaron a mis arqueros, como siempre, para arrojarse contra la línea enemiga, como siempre. En esta ocasión fueron aniquilados a tiro antes de llegar a combatir. Los pocos que lo consiguieron fueron barridos en combate cuerpo a cuerpo. Uno de mis mandos había sido neutralizado a efectos de batalla.


Aun no estaba desmotivado, pero el grado de disgregación era irreversible. Su línea de Bw(X) estaba intacta y variando cada vez más. A medida que se angulaba más y más se alejaban mis opciones de llegar en masa ordenada contra ellos. Si a eso se unían los efectos devastadores del tiro, el resultado era evidente: había perdido la iniciativa en el centro-izquierda. Pintaba mal…muy mal.

Por otra parte sus Kn(F) centrales salieron avanzando en tromba hacia delante. Mientras, en mi derecha, mis arqueros consiguieron destruir a otro Kn(F). Se retiraban, cosa que me dejaba espacio libre. Si conseguía desviar su avance hacia la izquierda, aun tendría opciones de superar su ventaja táctica actual.

Era el momento de la Caballería para entrar en acción. No podía permitir que ese nuevo grupo de Caballeros se arrojase contra mi centro. Había que presionar su mando. Las falanges experimentales de este lado se replegaros para alejarse del bosque, con lo que tuve que salir para seguir presionando. También cargué a sus ligeros y avancé la Caballería. Debía impedir que concentrase dos de sus mandos contra el mío central, aunque ello supusiera exponer mis frágiles Caballerías a su tiro devastador.


Recuerda a Creso…

Mi centro izquierda estaba en fase de derrumbe. Más bajas a tiro, unidas a las causadas por el combate contra sus Caballerías y pasó a estar desmotivado. Eso es alargar un poco la agonía, ya que los Wb dejan de estar impetuosos. Es cuestión de tiempo que el mando reviente. Su presión, con el tiempo, me lo romperá.

Fue entonces cuando vislumbré lo que sería el elemento clave de la batalla. El mando de Wb de mi centro-derecha estaba impetuoso dentro de la marisma. Confiaba a poder destruir algún caballero más y así desmoralizar uno de sus mandos. No pudo ser. Retiró los supervivientes a tiempo mientras mis hombres quedaban embarrados hasta las rodillas, sin poder maniobrar y apenas avanzando. Me costaría una fortuna de órdenes enviarlos hacia la izquierda.


Como había previsto, la presión y los buenos resultados de mis arqueros habían neutralizado por completo el avance rápido de su Caballería ligera por mi flanco. Más aún, estaba replegándose a marchas forzadas para no perder un elemento más que le hubiera supuesto la desmoralización del mando. Tuve la oportunidad de hacerlo mediante un ataque por retaguardia.

Visto ahora en perspectiva, diría que el desarrollo de la batalla no era ajeno a la presencia de la hipervirilidad de Xavi. Quien sabe…


Más temprano que tarde, el mando central se derrumbó. El mando derecho todavía estaba atascado en el barro. La presión sobre mi flanco era inminente. Él apenas había tenido bajas en el ejército y yo ya había perdido casi un tercio. Esto iba de mal en peor.


De forma premonitoria, el combate que podría haberme dado al menos la victoria sobre su mando izquierdo fracasó, con lo que pudo alejarse definitivamente de mis tropas.


En mi izquierda todo estaba por decidir, pero no era un panorama halagüeño. Avancé la Caballería y los Psiloi para seguir presionando el flanco de sus Bw(X). Mientras él no pudiese maniobrarlos con facilidad, podría ganar un poco de tiempo. En parte, la presión surte efecto, ya que le obligo a gastarse las pocas órdenes de su mando a los Bw(X), cosa que le obliga a soltar impetuosos a sus Caballeros.

Mientras, los ligeros de ambos mandos se quedan prácticamente inmóviles en sus posiciones el resto de la partida.


Cargo inmediatamente a sus Bw(X) antes de que se alineen y dirijo el grueso de mi Caballería contra sus Kn impetuosos. Si puedo eliminarlos uno a uno podré hacerle daño suficiente como para su mando quede, al menos, desmotivado.


La situación en el centro se desboca. Los huidos dejan un espacio que pronto será ocupado por el enemigo. Los avances impetuosos en la marisma son agónicos. Empiezo a tener serias dudas que pueda redirigirlos a tiempo. Miro de detener a los pocos huidos que puedo para ganar tiempo, pero no durarán mucho.


En mi izquierda las cosas no acaba de mejorar. Despliego mi Caballería lentamente, mientras mi ataque al flanco de los Bw(X) fracasa.


Pasan los turnos y la cosa empeora. Tengo un goteo permanente de bajas mientras que yo no soy capaz de causar ninguna. Intento nuevamente alcanzar a los Caballeros impetuosos, pero son más veloces que yo. Es frustrante. Sus falanges siguen avanzando para irse acercando a mis Caballerías.


Y en el centro la situación es desesperada. Sus Bw(X) y su Caballería cierran de forma sistemática e inexorable la trampa en la que yo solito me he metido. Algunos de mis Wb han conseguido contactar, pero de forma dispersa y sin refuerzos a una distancia razonable. Para más INRI, mis arqueros quedan expuestos al tiro enemigo. Ya veo que esto sólo puede salvarse de milagro. Si no rompo en los pocos contactos que tengo, se acabó.


En mi izquierda, el tan temido giro de sus Bw(X) tiene lugar. Después del tiro, mis bajas ya son considerables. Necesito gastar tantas órdenes en intentar alcanzar a sus Kn que dejo de lado el resto de Caballerías.


Todo es inútil. Él deja que sus Kn lleguen al fin de la mesa (fin del mundo a efectos de juego) mientras se permite el lujo de atacarme con uno de ellos, causándome otra baja.


El ataque de última oportunidad fracasa. Elimino un elemento pero pierdo varios. La trampa sigue cerrándose y los flancos están expuestos al tiro. Los míos caen como moscas. Finalmente consigo orientarlos ligeramente hacia el enemigo, pero ya veo que es demasiado tarde. Sólo me queda un último elemento con el que salvar el honor e intentar matarle algo.


Pues ni eso. Finalmente, la agonía se acaba. Derrotado sin paliativos.

Olvidé a Creso…

Demasiadas victorias consecutivas tienen su precio. Confié demasiado en el impacto de mis Wb, y Ricardo supo evitarlo aprovechando su mejor maniobrabilidad. ¿Exceso de confianza por mi parte?

No. Es Némesis devolviendo el equilibrio universal. Eso es lo que había cambiado.

6 comentarios:

Juanjo dijo...

Tomo nota de la maniobra de Ricardo con los Bw (x)... Sí, tomo nota :o)

Quim dijo...

Això és una pallissa en tota regla! :D (En DBMM és permès fer llenyà de l'arbre caigut...??? ;P)

Anónimo dijo...

Hola, aquí Carlos de Gavà.
Esa falange experimental me tiene intrigadísimo, al final tendré que pensar seriamente en cómo poder reconvertir (aunque de forma provisional) mis falanges clasicas en esas unidades.
Lástima que el propio Alejandro no llegase a poderla probar.

Unas preguntas
en las fotos se ven psilois detras de las Bw(x),
¿eran los Ps(S?
¿estaban en segunda línea sólo para cubrir huecos o podían haber atravesado la falange y salir a cazar Wb?

saludos

David Cantó dijo...

A Juanjo: ¡Oh, No! ¡Ahora él también! ;)

A Quim: Sí noi, com a qualsevol altre aspecte de la vida :D

A Carlos: No lo recuerdo. Creo que eran los (O), y sólo estaban para cubrir huecos en caso de que la línea de Bw(X) sucumbiera, cosa que no sucedió :(

Anónimo dijo...

Vaja, se m'havien passat per alt els comentaris sobre la meva virilitat... per cert, quina virilitat?

Anónimo dijo...

Hola Carlos,

la verdad es que los Ps son una mezcla de Ps(S) y Ps(O), y los empleo mayormente para cubrir huecos.
De todas formas también hacen un buen papel cintra las Wb(F). Deberé probarlas más.

:)