Ahora sí. Esta es la última entrada del blog. Desde el 2 de julio de 2008, fecha de la primera entrada, ha llovido mucho. Han sido tres años y medio, con 326 entradas (incluyendo esta). Ya he explicado los motivos del cierre. Tan sólo quiero dejar constancia de lo mejor que me ha dado esta experiencia bloguera. Sin seguir ningún orden particular, destaco lo siguiente:
1. El afer Irina. Sin duda, y de lejos, la risa más prolongada que he tenido en muchos años. No es broma. Recordemos el serial completo.
Sólo de releer los comentarios me vuelven a saltar las lágrimas. Impagable. Ahora os puedo confesar que unos amigos míos de la infancia que me siguen de tanto en tanto a través del blog y que se encontraron con esa sorpresa, quedaron tan preocupados que estuvieron preparando una reunión urgente cara a cara para hacerme reflexionar ante tal decisión. Fue maravilloso.
2. La imprevisibilidad del alcance de un blog de frikis. Aun sabiendo que Internet es muy grande y que en algún momento te pueden pillar, jamás pensé que en mi caso pudiese suceder. Hablo del afer Scarlett. En mi única (y última) visita al club Stronghold quedé prendado por una mujer con dicho sobrenombre. Fijad vuestra atención en los comentarios del día 17 de julio de aquella entrada. ¡Tierra trágame!
3. La seguidora interesante. Hasta donde yo sé, he tenido muy pocas seguidoras, pero quiero destacar a una de forma muy especial. Desconozco su nombre, pero sé que vive en algún lugar de México e intuyo que es joven. Se presentó por sorpresa en mi blog en el comentario del 7 de febrero de esta entrada. Atención a la frase: “…soy una desconocida a la que le latió tu blog…”. Son los momentos como este los que lo compensan casi todo.
Efectivamente, visité el blog que me sugirió. Quedé conmocionado. Lamentablemente, en la actualidad ni dicha bitácora ni su perfil están disponibles. Los borró. Allá se detallaban de forma excelsa la amargura, la angustia, el dolor y la intensa desesperación de alguien que había padecido el desamor. Me hice fan de su blog y lo devoré todo. Le confesé que envidiaba su dominio de la palabra. Todavía lo envidio, la verdad.
Unos meses después, con su blog ya cerrado, me hizo saber en el primer comentario de esta entrada que había abierto otro. Ese nuevo sigue activo, pero no su perfil. En mi opinión ya no es tan brillante como el anterior. Algo cambió. Además, es muy corto y termina de forma abrupta. Una lástima. No he vuelto a saber nada más de ella. Fijáos que en ambos añade las letras DM en la URL. En tanto que coincidían con las de su primer perfil, entiendo que debe tratarse de sus iniciales. Así pues, desconocida DM, si lees esto quiero que sepas que sigues gozando de mi más entregada admiración. Echo de menos tu fuerza expresiva.
Y para finalizar…
4. Los que habéis alimentado mi ego. Ya desde el primer día de puesta en marcha del fan de DBMM preparé la herramienta del Google Analytics para poder saber desde dónde se me seguía en el mundo. Y es algo realmente interesante. Nunca he llegado a tener más de 30 visitas diarias de media, y eso en los periodos de máxima expectación. Lo normal ha sido estar alrededor de 20. Lo más jugoso ha sido, en mi opinión el origen de los visitantes.
He aquí el listado de visitas por países.
Como era previsible, España es, de lejos, el principal lugar en el que se me ha leído. La distribución geográfica también es muy clarificadora.
Como no podía ser de otro modo, Barcelona es el principal núcleo de visitantes.
Y descendiendo de lo general a lo anecdótico, quiero destacar a mi fan de los Estados Unidos. Como habréis podido ver, es el quinto país en número de visitas. Pues bien, entrando en el perfil de datos resulta que la gran mayoría proceden de un único lugar. Se trata de Lincolnshire, en Illinois.
Alguien que vive allí ha estado visitándome con una regularidad y paciencia admirables, como se muestra en la incidencia de accesos.
Whoever you are, thank you very much for your interest in my blog .
Y hasta aquí hemos llegado. Ahora es cuando se supone que todos rompemos a llorar y los niveles de serotonina descienden dramáticamente. No hay para tanto. No lo borraré. Sencillamente, ya no habrá más entradas. DBMM ya no necesita este blog. Yo, en este momento, tampoco. Pero aunque acaba, los que queráis seguir deleitándoos con mi pedante creatividad pseudonarrativa estáis invitados a seguirme en el nuevo blog personal que desarrollaré a lo largo, espero, de este año 2012.
Hasta entonces, sufrid…
El placer ha sido vuestro. Adiós.