He aquí uno de los libros que yo llamo “de transición”. Este concepto, que tomé de la teleserie Expediente X, lo aplico también a los libros que caen en mis manos. Los que hayan visto la serie, sabrán que su leitmotiv, en todas las temporadas, eran los contactos extraterrestres y las operaciones encubiertas del gobierno. El resto de episodios, con sus licántropos de pacotilla o sus hilarantes híbridos de humano y platelminto, entre otras insulseces, no eran más que de transición o de relleno entre los auténticamente interesantes. Eso sí, me los tragaba todos gracias a la inefable presencia de mi ideal apolíneo de mujer, la agente especial Dana Scully.
Pues con los libros me pasa lo mismo. Una de las consecuencias de leer compulsivamente. No todos van a ser de los que refuerzan mi leitmotiv. Un libro de transición.
Pues con los libros me pasa lo mismo. Una de las consecuencias de leer compulsivamente. No todos van a ser de los que refuerzan mi leitmotiv. Un libro de transición.
El título y uno de los autores, Jaques Le Goff, me impulsaron a comprarlo sin haberme informado antes un poco sobre el contenido. No está mal, pero no es, ni de lejos, lo que buscaba. Es un compendio escueto, no más de 175 páginas, de los aspectos más relevantes que la historiografía medieval debería debería tratar en más profundidad (parece que ambos autores se lamentan de ello). O al menos esa es la sensación que me he llevado. En menos de una página se esbozan aspectos que, de por sí, deberían tener dedicadas tesis doctorales, como son la evolución de la imagen de belleza en Eva y en María, la tensión entre desnudez sacra y desnudez profana, la contradicción aparente entre la encarnación del cuerpo de Cristo como salvación y, a la vez, como humillación, o la evolución de largo recorrido de la conceptuación del corpore naturam a lo largo de los siglos.
No me parece un mal libro, sencillamente es que no ha colmado mis expectativas. Siempre aprendes algo interesante con lo que reforzar tu tono pedante, como es mi caso, lo confieso. Pero esperaba más, lástima. Aun así, muy recomendable.
No me parece un mal libro, sencillamente es que no ha colmado mis expectativas. Siempre aprendes algo interesante con lo que reforzar tu tono pedante, como es mi caso, lo confieso. Pero esperaba más, lástima. Aun así, muy recomendable.
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