martes, 16 de noviembre de 2010

Mis libros (7): La España de los siglos VI al XIII.

Mientras acabo de preparar la entrada de lo acaecido en las jornadas de Alpha, os presento la última incorporación en mi haber de lecturas edificantes. Una exquisitez; así de simple. Salvo por una pequeña mancha que detallaré más adelante, esta obra es una de esas que esperaba encontrar desde hace tiempo en el mercado del ensayo histórico dedicado a la formación de los reinos peninsulares.

Es concretamente este período, el del final del reino visigodo e inicio del musulmán, el que más me interesa desde hace unos años. Pese a que no tengo información ni criterio suficiente para contrastar las tesis del profesor Mínguez, los razonamientos y análisis incluidos a lo largo de toda la obra se me han presentado como reveladores. Hasta ahora, a cuestiones como por qué las formaciones políticas del norte pudieron resistir inicialmente y, con el tiempo, prevalecer sobre un Al-Andalus más rico, poderoso y fuerte, o bien la incidencia de la formación de las sociedades feudales en esas mismas formaciones, sólo había encontrado respuestas parciales e inconexas. Con este libro, al fin, he encontrado un análisis de conjunto que me ha proporcionado una visión global mucho más clara y, a mi entender, coherente, de lo conocido hasta la fecha. Pese a la ausencia desesperante de documentación escrita procedente de los siglos VIII y IX, momento en el que se consolidan los núcleos de lo que luego serán los reinos cristianos, el apoyo de la arqueología y otras disciplinas sí muestran, a partir del análisis del profesor Mínguez, una visión transversal de la sociedad en transformación que se desarrolla en el norte peninsular durante el período en cuestión. Tendré que leer más sobre ello para disponer de una visión más completa, pero admito que me resultará difícil desprenderme del cuadro mostrado por este volumen.

En cuanto a la mancha citada, sólo ha sido una, pero a mi entender especialmente dolorosa. Si bien a lo largo de las más de 400 páginas el profesor Mínguez mantiene un distanciamiento exquisito a la hora de exponer sus tesis, en un momento determinado se sale de forma inesperada del mismo para atacar a los nacionalismos periféricos modernos (sólo a los periféricos, por supuesto) de la España actual, a los que acusa de manipular la historia para obtener réditos políticos. Afirma que el análisis puramente científico permite romper mitos y estereotipos sobre ”nuestro pasado”, entendido como el pasado de nosotros, los españoles. Una lástima. Hasta ese instante, el libro se hallaba muy alto mi top ten particular de ensayos de historia. Tras esa afirmación, era imposible evitar pensar en la cita de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio. Pese a ello, un ensayo de lo más recomendable si quieres saber cómo empezaron y se desarrollaron los diversos reinos peninsulares medievales. Una joya, aunque no impoluta.

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